«Elisa hace un trabajo excepcional tanto en la narración como en la ilustración de la novela. A pesar de tener un trasfondo bélico, no cae en polémicas ni efectismos, ni tampoco narra la crudeza de la guerra, aunque se pueda intuir. La autora prefiere centrarse en contar de manera sensible y emotiva las vivencias de su tío a través del efecto evocador de la comida. Además trata temas como la tradición y la familia, pero sobre todo, el descubrimiento personal de Sompong y como sus experiencias recorriendo medio mundo moldean la persona en la que se acaba convirtiendo.»
Ricardo Cuesta, EL TEMPLO DE LAS MIL PUERTAS, nº77, agosto 2020, p. 43
Enlace a la noticia: http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/revista/77/42/
«Papaya Salad es el relato de un diferente señalado por ello, inmersa su inocencia y bonohomía en el mundo cruel del ascenso del fascismo en Europa allá por el siglo XX. ¿Puede esta novela gráfica interpretarse en claves de nuestro presente, cuando hay quien habla de muros fronterizos y demoniza al inmigrante como capital mayoritario de la delincuencia en España, señalando al diferente? La lección de respeto a la diversidad se agazapa tras las páginas de Papaya Salad desde su propia estructura, en que cada capítulo es parte de una receta culinaria exótica.»
Octavio Beares, FARO DE VIGO. Edición impresa del 8 de noviembre de 2019
«Estamos sin duda ante una de las obras más aclamadas de la temporada. Una novela gráfica magnífica que no tiene ni un ápice de desperdicio, pues tomando como excusa la ensalada de papaya, Sompong, un anciano, narra a Elisa, una pequeña visitante, una personal historia donde se entremezclan el oriente y occidente de la primera mitad del siglo XX. Con un ritmo espléndido y multitud de referencias, es una forma excelente de conocer un mundo pasado del que somos resultado. Un canto al amor, a la esperanza y a la resistencia humana en la que muchos de esos lectores perdidos deberían sumergirse. Dibujo, color, portada, guardas…, todo es redondo en este libro-objeto exquisito.»
Román Belmonte, DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS BLOG
«Desde que lo vi me llamó la atención y me sorprendió más de lo que esperaba. Sin duda, uno de los mejores libros que he leído en el año y también uno de los mejores ilustrados que he leído.»
THE READING CORNER
«Leyendo Papaya Salad uno se ve transportado a una Tailanda poco conocida, la de los años 20 y 30 del siglo XX, pero también a una visión diferente de la Europa de la Segunda Guerra Mundial, que contrapone el sinsentido de la guerra a la bondad de la gente.»
Raúl Tudela, 13 MILLONES DE NAVES REVISTA DE CÓMICS
«Una pasada de ilustraciones coloridas y exóticas que te hacen vivir este regalo de historia cálida y cercana… Como susurrada en voz bajita pero a la vez firme. ¡¡Muy muy muy recomendable!!»
@LIBRERA_LARARI, librera
«La mirada de Sompong es tan limpia, tan abierta a descubrir y conocer desde el respeto y el no juicio, que me hace replantearme muchas de nuestras actitudes occidentales.»
Esther Rodrigo, PÁJAROS EN LA CABEZA BLOG
«En esta novela gráfica, autora y editorial han sabido combinar los ingredientes de una buena historia basada en hechos reales con una cucharadita de ironía, un buen pellizco de emociones y una buena dosis de creatividad, para servirnos una edición gourmet aderezada con cuidadas ilustraciones.»
MIL LIBROS MAIS, bookstagrammer
«Elisa ha creado algo fantástico, lleno de color y de vida, mezclando esas ilustraciones con la esperanza que transmite la historia.»
LIBROS CON RAÍCES, bookstagrammer
«Papaya Salad es una de las sorpresas más positivas del año. Primorosamente editada por la joven Liana Editorial, la belleza de esta historia se encuentra tanto en el continente como en el contenido.
Es la obra debut de la autora italo-tailandesa Elisa Macellari y vaya obra de debut. El nivel gráfico es impresionante, un dibujo precioso, simple pero delicado, siempre al servicio de la historia.»
Ricardo Mena, Blog de Comics
«Papaya Salad sabe moverse entre su ambicioso viaje alrededor del mundo, ambición que va creciendo según van pasando sus páginas, y los temas adultos que trata por ello, y su aparente sencillez de relato percibido a través de una mente infantil, y entre todo ello se sitúa un lector por asistir a esta experiencia, que se devora más que leerse y a pesar de que tiene una extensión considerable.»
Juan Rodríguez Millán, Cómic para todos
«Su potente ilustración es totalmente evocadora, como requiere una aventura como esta.»
Letras Corsarias
«Es muy interesante el estudio cromático de la novela, ya que, además del tono rosado predominante, la paleta de colores es cálida y serena, transmitiendo tranquilidad, a pesar de la dureza de algunos de los acontecimientos narrados. También llaman la atención los espacios en blanco que hay en la obra. Según la autora, este color tiene tres funciones: sirve de pausa narrativa, enfatiza momentos que pertenecen a la imaginación del protagonista y aísla a determinados personajes o elementos para reforzar su significado.»
Alicia Medina Zurita, Blog
«Como si de una receta se tratara, cada parte de la historia está precedida por uno de los ingredientes de la Papaya salad. Incluso los colores de las ilustraciones parecen haber sido escogidos basándose en la ensalada de papaya. Maravilloso.»
La lectora, @_lalectora_
«Una obra sorprendente en fondo y forma que aporta una visión de la historia europea desde otra perspectiva y sensibilidad. Recomendabilísimo.»
Alvaro Pons, Diario LEVANTE EMV edición impresa del 28/09/2019
«En esta época en la que se abusa tanto de las biografías en los cómics, es gratificante encontrarse con una realmente emocionante y narrada de una forma tan cálida y cercana como visualmente brillante.»
Jesús Jiménez, RTVE
«Admirable el gusto por los detalles en la obra «Papaya salad» de Elisa Macellari un libro-papaya con tacto y sabor especial, que encierra una historia real novelada para el lector».
REVISTA FUERA DE MÁRGEN
«Porque sí, lector, Papaya Salad es una obra de arte postmoderna, adscrita a lo que se denomina novela gráfica. Lo pictórico y decorativo del estilo de Elisa Macellari hace del libro un algo especial que podríamos comparar, salvando el abismo que les separa, con los códices medievales que los monjes dibujaban en las abadías, solo que con un toque pop.»
LAS LECTURAS DE UNDINE